miércoles, noviembre 15, 2006

Microcuento

Desde ese día algo extraño empesó a pasar en la vida de Camila. Por las noches sentia que algo o alguien observaba cada moviento que hacía. Pasaba noches enteras con la luz encendida por temor de que aquello llegar aparecer y dañarla.
Los días y las noches pasaban, pero eso nunca se aparecía. Un día llegó a olvidar su presencía, pero cuando dieron las doce tocarón la puerta de calle y al mirar por la ventana vio una sombra negra parada frente a ella; lo que más destacaba eran sus ojos rojos que no dejaban de mirar el suelo, como si tuviera verguenza. Con precaucion me acerque a la puerta y al abrir le pregunte a quien buscaba, pero no contesto -¿desea algo?- pregunte y levanto la cabeza -tu alma necesito- contesto.
Desde esa noche nunca más se volvio a ver a Camila.